Sin evaluación no hay docencia.

shutterstock_324048020Por lo general, cuando uno imagina una clase de ELE y piensa en los procesos que allí suceden, tiende a pensar ligeramente en dos sistemas: el que se activa con el proceso de enseñanza y el que se activa con el proceso de aprendizaje. Y así, surge esa expresión sincrética de proceso de enseñanza/aprendizaje que está tan extendida. Es tal la extensión y el síntoma de habituación que experimentamos cuando pensamos en los procesos que tienen lugar en el aula, que de la costumbre se acusa la falta de percepción o notoriedad de los pequeños detalles. Si la interacción es el motor del aprendizaje, si en esa interacción es tan importante no solo la cooperación entre alumnos, sino también la comunicación entre profesor y alumno, ¿dónde quedan registradas esas interacciones que conducen al aprendizaje cuando se relacionan profesor y alumno o alumno-alumno? Da la impresión de que falta una tercera pata en esa mesa, por eso en esta entrada vamos a hablar del proceso de enseñanza-aprendizaje-evaluación. Pues sin la evaluación no tendríamos ocasión de conocer si ha habido aprendizaje o no, si hay o ha habido un cambio.  

Ni para el profesor ni para el alumno pueden ser completamente útiles expresiones del tipo “tengo mucha experiencia”. ¿Qué sería de la experiencia sin la reflexión? Un aprendizaje que se digne de ser experiencial tendría que contar también con el componente reflexivo y –como venimos diciendo- esto es útil tanto para el desarrollo profesional del profesor como para el desarrollo de la competencia comunicativa del alumno. Tendencias, relativamente recientes, como el focus on form han venido a subrayar precisamente los matices que cabrían realizar ante afirmaciones tan a la ligera como “a hablar se aprende hablando”. A enseñar tampoco se aprende meramente enseñando.

El aprendizaje necesita de procesos de evaluación. Y estos procesos pueden ser traducidos en dos vertientes: elementos para la evaluación del aprendizaje y elementos de evaluación para el aprendizaje. Tanto si disponemos de medios cuantitativos (pruebas, test o examen) como si disponemos de medios cualitativos (diarios, portfolios, pruebas de autoevaluación…), la evaluación es necesaria para tomar una decisión, para volver a elegir, para reconducir, para saber en qué estadio nos encontramos y por qué, etc. En definitiva, nos muestra un estadio en el aprendizaje o en el desarrollo profesional. Y, precisamente, la motivación y la sensación de competencia son factores afectivos que necesitan de esa dirección que nos permite una buena evaluación y la oportunidad de reflexionar sobre lo que aprendemos y sobre lo que enseñamos. Queda mucho camino por recorrer en el ámbito de la evaluación. Ahora disponemos de estándares, de currículos, de sistemas de nivelación y de certificación internacional. Pero en el mundo ELE queda mucho por hacer y en nuestra formación como docentes la evaluación sigue siendo una asignatura anecdótica, cuando no inexistente, en nuestras carreras universitarias. Pero, llega PDP ELE y será imprescindible saber qué dice la comunidad de pedeperos.

¿Cuántos instrumentos conoces para la evaluación del aprendizaje?

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Como siempre, aquí podrás encontrar algunas lecturas y añadir otras que conozcas y que quieras compartir.

Editorial Edinumen

Edinumen es una editorial especializada en la edición de libros y materiales para el aprendizaje y enseñanza del español como lengua extranjera (ELE) y como segunda lengua. Cuenta con más de 15 años de experiencia en el sector y más de 300 materiales didácticos editados. Gracias a su alto grado de especialización, su capacidad para crear productos innovadores y el reconocimiento de la comunidad docente como editorial de materiales de valor para la enseñanza del español, Edinumen es en la actualidad una de las editoriales de referencia del sector a nivel mundial.

Esta entrada tiene 2 comentarios

  1. Buenísimo esto, de instrumentos para una buena evaluación. Yo aplico la “explicación oral de un proyecto”,como lo hice con mis alumnos semana pasada,es bueno para los tímidos para poder vencer barreras de pasar al frente y hablar,bueno para sacar dudas y los evalúo para ver como se comportan,las palabras que emplean,si utilizan los recursos de la clase ,como la pizarra virtual o la común ,si emplean carteles o dibujos ,como fue de esta vez que se trataba de explicar el piso o el apartamento donde viven. Los otros también pueden hacer preguntas al chico que está en el frente y éste claro las responde e indica comentarios. ¡Funciona mucho! Otro instrumento que utilizo pero con los alumnos de secundaria,es el “trabajo en pares o duplas” o el mismo “trabajo en grupos” de hasta cuatro personas que funciona bien. ¿Y ustedes qué hacen? ¿Cómo evalúan?Abrazos a todos y todas.

  2. ¡Hola! Muy buen artículo. Yo muchas veces evalúo a mis alumnos por medio de juegos, ejercicios que realizan en parejas, y que refuerzan los conocimientos apenas adquiridos.

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