La enseñanza de ELE para adultos
Autoría del artículo: Departamento Académico
Entrelenguas, centro cultural de español en Ronda (Málaga)
Natalia Perujo, Rosalía Calle, María Santos y Mar Rodríguez conforman el profesorado de Entrelenguas, un centro de inmersión cultural en Ronda donde la enseñanza del español es uno de los pilares fundamentales de su actividad. Hoy, reflexionan con los lectores del blog sobre la enseñanza de español a adultos y, más específicamente, sobre el manual de Edinumen Etapas, libro que guía la mayoría de sus clases extensivas e intensivas para adultos.
Actualmente podemos observar que cada vez son más las personas que se aventuran en este apasionante mundo del aprendizaje de español. Nos encontramos con que el número de estudiantes crece a pasos agigantados. Hoy son aproximadamente 21 millones los alumnos que en todo el mundo aprenden español como lengua extranjera. Ahora bien, los motivos que les impulsan a ello pueden ser muy dispares, lo que condicionará en gran medida este proceso de aprendizaje. Cuando hablamos de adultos específicamente, en la mayoría de los casos observamos una motivación propia y no impuesta, derivada de haber experimentado una verdadera atracción hacia el idioma por intereses personales, culturales o profesionales, entre otros. Esta motivación sincera será el motor del aprendizaje, pero, como veremos, hay mucho más.
No es de extrañar que, a la par que crece la demanda del español, lo haga el turismo idiomático y, por ende, el aprendizaje de la lengua en un contexto de inmersión real, es decir, en el país de la lengua meta. En estos casos, y en palabras de María Santos, “los profesores deberán hacer un uso real de la lengua y dar prioridad a la producción, lo que nos lleva a emplear el enfoque comunicativo y a promover la reproducción de la realidad en el aula”. De esta forma, los estudiantes pueden aplicar lo que han aprendido en clase en situaciones extraacadémicas, por ejemplo, situaciones reales en restaurantes, en entrevistas de trabajo o incluso en conversaciones telefónicas. “En estas clases —prosigue María— es muy importante que como docentes veamos al alumno como el eje central de nuestras clases y que hagamos hincapié en su participación activa a través de actividades orales como juegos de rol, actividades de vacío de información o debates que sean significativos y puedan tener una aplicación en el día a día”. De esta forma, se potenciará su aprendizaje fuera del aula como alumno autónomo y responsable de su propio aprendizaje.
Relacionado con la motivación de nuestros estudiantes adultos, otro aspecto fundamental que considerar son los materiales y recursos que trabajemos con estos. En relación a ello, para Natalia “es esencial que veamos en el alumno no solo a alguien que aprende, sino a un ser pensante y actuante; que huyamos de los contenidos desmotivadores y favorezcamos clases que incentiven el diálogo y la participación en contextos reales sobre temas de su interés, ya que nos sentimos más receptivos ante aquello que necesitamos para nuestro día a día, nos divierte o nos sorprende”.
Es precisamente en Etapas donde en Entrelenguas hemos encontrado el apoyo necesario para este tipo de instrucción. En este manual, cada unidad gira en torno a una temática específica y debidamente contextualizada que, además de incorporar el componente socio-pragmático y cultural que tan importante es para un estudiante en situación de inmersión, “trabaja las cuatro destrezas de manera integrada, y por supuesto incorpora la gramática, pero de una manera implícita para que los alumnos deduzcan las reglas por sí mismos”. De esta forma, el estudiante se hace más responsable de su propio aprendizaje. Sin embargo, la importancia que le otorga a la producción oral en diversos formatos (parejas, grupos, debates, etc.) es notoria, lo cual agradecen nuestros estudiantes adultos. Además, como afirma Rosalía, los alumnos van aprendiendo español paso a paso (o etapa por etapa) con este manual, siendo conscientes de su aprendizaje general y mejoría en la lengua, lo que aumenta su motivación.
Para Mar Rodríguez, coordinadora académica del centro, “lo mejor es que el profesor puede ampliarlo a su antojo, adaptarlo a los distintos perfiles de estudiantes y emplearlo tanto para cursos extensivos como intensivos”. Además, en la parte final de cada manual hay ejercicios para repasar los contenidos estudiados y ampliarlos, y, por si fuera poco, en el portal de Edinumen (la Eleteca) hay también un apartado específico con materiales y recursos electrónicos de gran utilidad no solo para el estudiante, sino también para el profesor. “Yo también uso bastante el libro del profesor, ya que contiene multitud de recursos para la práctica de las distintas destrezas que hacen las clases más dinámicas y originales”, nos cuenta Mar. Además, se incluyen todas las soluciones del manual y del libro de ejercicios, así como las transcripciones de todos los audios (el CD se incluye en el libro del alumno). Etapas es una colección que recomendamos sin lugar a dudas por su flexibilidad y su genial adaptación a la realidad de la lengua y la cultura españolas.
Moises Rodriguez Hernandez
19 May 2020Me llamo Moisés Rodríguez Hernández, y en los últimos 15 años he trabajado como profesor de ELE tanto para adultos como para niños. Durante este tiempo he podido contrastar algunas de las semenjanzas y diferencias existentes entre ambos grupos de aprendientes.
En el caso de los niños, la capacidad de concentración es mucho menor; por tanto hay que organizar muy bien las diferentes actividades que ocuparán el tiempo de clase. Estas actividades deberán ser cortas y lúdicas, basadas en juegos; por ejemplo, paneles de vocabulario con imágenes para relacionar o vídeos con preguntas directas al alumno. Por otro lado, otro de los problemas que se presentan es la falta de motivación en el estudio. Por ello, el niño debe ver la clase como un juego, sabiendo que va a pasarlo bien y que se va a sorprender, evitando el profesor las tareas repetitivas y largas.
Por otro lado, en el caso de los adultos, uno de los aspectos que todavía no he oído comentar en ningún foro es la exigencia al profesor. En muchos casos, hay alumnos que demandan al profesor obtener un cierto nivel de lengua en un corto periodo de tiempo. El adulto no es consciente de su capacidad de aprendizaje ni del tiempo que puede dedicar al español, combinándolo con su vida social, laboral o familiar. El profesor es un guía del alumno, pero no puede hacer milagros. En muchas ocasiones, el adulto se cree más inteligente que el profesor, llegando a cuestionar su método o sus explicaciones. De esta manera, el alumno se convierte en cliente, creyendo que al pagar podrá modificar el plan de clase. En el caso del niño, este inconveniente es inexistente, ya que el profesor será siempre su guía y ejemplo, siguiendo así las actividades sin cuestionar nunca la labor del profesor.
José Antonio Blanco López
21 May 2020Muchas gracias a Entrelenguas por la recomendación. Manuales como Etapas, lo hemos echado de menos en muchas ocasiones en el pasado todos los que nos dedicamos a la enseñanza de español desde hace años. ¿Por qué? Porque todos sabemos que no existen dos grupos de estudiantes exactamente iguales y que cada uno necesita una acomodación especial del programa del curso. Muchas gracias de nuevo
Silvia Asensio Nayach
5 Jun 2020En mi opinión las personas asimilan la información (de cualquier tipo) muchísimo mejor cuando se hace de forma divertida, (a pesar de ser una obligación como por ejemplo en el colegio). El interés que uno crea a algo que le gusta hace que los sentidos y la mente se abran para una mayor captación de los conceptos. Las diferencias de edades de los estudiantes hace que variemos un poco la metodología pero todo es posible.
Luis Durán
16 Jun 2020De antemano mi más cordial felicitación. Este blog resulta de vital importancia al momento de concretar la educación semi presencial en la formación de los niños, de manera primordial en la enseñanza del español, son múltiples las estrategias y formas de aprendizaje, por ende se deben adecuar las mejores de acuerdo al contexto de cada grupo o situación particular para que sea significativo el proceso.